NUNCA PENSÉ QUE LLEGARÍA EL DÍA
Nunca hubiera imaginado lo que aquella mañana ocurrió.
Mi vida era tranquila y agradable junto a todos mis amigos. Siempre hablábamos de lo que seríamos de mayores. Solo una cosa nos inquietaba, un ser extraño que a veces paseaba alrededor nuestro. Y un día, sin decir nada, tiró de mi hoja tan fuertemente que me arrancó de mi cama, y pude ver mi cuerpo color naranja. Ahí comprendí el dicho: No juegues con el filo de la hoja. Y en ese momento aquel hombre dijo: " Bonita zanahoria" hoy vas tú a la olla.
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