JUEGO
PELIGROSO.
“No
juegues con el filo de la hoja” ¡Eso me dijeron a mí! Pero sin
querer, rebasé esa línea imaginaria y acabé cortándome. Una
herida tan profunda sentí, que mi corazón se quedó vacío. Habían
conseguido llegar a él y tocarlo, algo que nadie antes pudo
conseguir. Ahora mi corazón trata de reconstruirse, pegando los
trocitos que un desafortunado día una hoja con su filo cortante
destruyó.
ERes muy guapa
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