PRIMER PREMIO VI CONCURSO DE MICRORRELATOS
Yo a mi angustia la arropo, le doy de
comer, la cobijo y salgo a la calle y grito y río y lloro, todo se
quiere cuesta arriba y nada se olvida cuesta abajo.
Esto iba pensando Manuel treinta años
después de que la policía le gritara ¡manos arriba! ¿Quien anda
ahí? Antes, por instinto, había tirado el trozo de pan seco al
canal y teniendo las manos vacías vaciló. Echó a correr hacia su
casa que estaba cerca….. extenuado , decidió atajar por el bar de
Lucía y llegó a la puerta de San Román, el primo de su mujer era
sacristán y lo ocultó debajo de los mantos de los santos, rezaba
para poder vivir y llegar a casa, aunque fuera sin pan, y poder ver
a sus hijos, que a estas horas, seguramente, estarían en la escuela.
Se despertó con la boca seca, había bebido demasiado ¿soñé?
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